El 2022 ha estado lleno de cambios para las empresas y para los trabajadores. La reforma laboral y la reforma de la ley concursal han entrado en vigor este año y ambas han introducido importantes novedades. Para ponernos al día y para conocer sus implicaciones más relevantes, resumimos los puntos clave de estas dos nuevas normas de gran calado, cuya aprobación ha coincidido muy cerca en el tiempo, a continuación.
Los cuatro puntos clave de la última reforma laboral
La reforma laboral de 2022, en vigor desde el 30 de marzo, introduce numerosos cambios en las relaciones entre empresas y empleados, que podemos agrupar en cuatro grandes apartados:
- Tipos de contrato tras la reforma: se prioriza el contrato indefinido, dejando el contrato de trabajo temporal solo para algunas situaciones muy particulares y con un máximo de duración de seis meses. Para desincentivar esta última clase de contratos, se potencia la firma de contratos fijos discontinuos. Por su parte, se mantienen los contratos formativos.
- La importancia de los convenios: se prioriza el convenio sectorial frente al convenio de la empresa y se declara la ultraactividad de los convenios colectivos, lo que quiere decir que se mantendrán vigentes hasta que sean sustituidos por sus nuevas versiones. En el caso particular de las subcontrataciones, prevalece el convenio correspondiente a la actividad que estén desarrollando los trabajadores.
- Los nuevos ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo): a través del mecanismo RED, las empresas tienen la posibilidad de solicitar medidas concretas y adaptadas a su situación particular. Por ejemplo, la suspensión de contratos o la reducción de la jornada laboral. El objetivo de estas medidas no es otro que desincentivar los ERE (Expediente de Regulación de Empleo).
- Nuevas sanciones: se incrementa tanto la capacidad sancionadora de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social como el importe de las sanciones. Entre las acciones más castigadas encontramos la formalización de contratos de manera irregular, el incumplimiento de las normas de los nuevos tipos de contrato y no respetar el tiempo máximo que pueden durar los contratos temporales.
¿Qué cambia para las empresas con la reforma concursal?
Por su parte, la nueva ley concursal, en vigor desde el 26 de septiembre después de muchas idas y venidas, supone una revisión profunda del sistema de insolvencias español. Esto es lo que ha cambiado:
- Preconcursos: entran en funcionamiento nuevos instrumentos preconcursales que permiten a los acreedores obtener más beneficios. Se trata de oportunidades de reestructuración que les dan más protagonismo y que hacen que el proceso sea más flexible y ágil.
- Nombramiento de expertos: se prevé en detalle el nombramiento de expertos concursalistas por parte de los jueces encargados del concurso de acreedores que se encargarán de preparar la venta de unidades productivas en la fase de preconcurso.
- Novedades durante el proceso: por ejemplo, la relacionada con la eliminación de la propuesta de convenio anticipada.
- Créditos ICO (Instituto de Crédito Oficial): se regulan esta clase de créditos, que pasan a considerarse créditos financieros. Es decir, se convierten en lo que se conoce como créditos ordinarios.
Tanto la reforma laboral como la nueva ley concursal están ya en funcionamiento. Habrá que prestar atención a su evolución y a los efectos que estos cambios tienen a medio y largo plazo sobre el panorama económico español.