En la actualidad, son muchos los casos de empresas solventes que atraviesan complicaciones económicas. Las consecuencias de la crisis que hemos afrontado aún se hacen notar en distintos sectores y hay negocios que buscan urgentemente una solución alternativa al concurso de acreedores. La reestructuración de las deudas es, en este sentido, un posible camino a seguir.

Se trata de una herramienta financiera estratégica dirigida a gestionar la deuda de las empresas con el objetivo de evitar caer en impagos. Diseñar un plan de recuperación que logre cubrir todas las obligaciones es la finalidad última de los procesos de refinanciación.

¿Cómo se lleva a cabo la reestructuración de deudas en una empresa?

A pesar de que puede ser una solución viable, la reestructuración o refinanciación de las deudas ha de aplicarse solo en casos excepcionales. No olvidemos que implica alargar los plazos de devolución y, por tanto, los intereses. Es decir, es clave tener presente que el ahorro solo se produce a corto plazo.

La buena noticia es que, para las empresas que no vean otra salida, es una opción viable, incluso para las pymes. En concreto, estos son los pasos a seguir:

  1. Justificar por qué no se puede atender a las obligaciones de pago, acreditando a la vez la viabilidad de la empresa una vez que se produzca la reestructuración.
  2. Acordar con la entidad bancaria el parón de todas las ejecuciones mientras dure el proceso de refinanciación, que suele ser largo y complejo.
  3. Controlar también las cuentas con otros deudores, con el objetivo de intentar entorpecer lo mínimo la operación.
  4. Establecer las condiciones básicas de refinanciación, como los plazos de carencia o los nuevos intereses.
  5. Liquidar las deudas pendientes con cargo a la refinanciación.
  6. Firmar los contratos ante notario.

Consejos para una refinanciación de deudas eficiente

En primer lugar, tenemos que decirte que los procesos de refinanciación y reestructuración de deudas son largos. Hay que prever ese lapso del tiempo y dar el paso cuanto antes. Teniendo este primer consejo básico claro, te proporcionamos algunos más:

  • Sé realista. Recuerda que, normalmente, las tendencias se mantienen en el tiempo. No se debe intentar justificar la viabilidad de un negocio si realmente no es viable.
  • Establece como prioridad aumentar la generación de caja.
  • Analiza qué mejoras operativas puedes incorporar a tu empresa para conseguirlo.
  • Diseña un equipo dentro de la organización especialmente dedicado a esta labor. Nombrar a un experto en refinanciación se contempla, de hecho, en la reforma de la ley concursal que aún está pendiente de aprobación.
  • Mantén a la plantilla a flote con las dosis adecuadas de inteligencia emocional.
  • Como en todas las negociaciones, hay que ceder. Implementar soluciones equilibradas es la mejor opción en estos casos.
  • La empatía juega un papel fundamental y ayuda a comprender la posición del otro.
  • La idea de cualquier procedimiento de reestructuración es encontrar fórmulas duraderas, resilientes.
  • Hay que analizar todas las opciones para conseguir nueva financiación (inversores privados, fondos de deuda, fondos especializados, etc.).

Con esto en mente y, sobre todo, con el asesoramiento experto adecuado, los procesos de refinanciación de deudas es probable que terminen con éxito. Gracias a ellos, muchas empresas logran volver a ser viables y olvidarse de las insolvencias en un entorno tan complejo como el actual, que les impide conseguirlo por sí mismas.