La conocida como ‘ley crea y crece’ (oficialmente denominada Ley de creación y crecimiento de empresas) surge como respuesta a la necesidad de facilitar los trámites que se exigen para la puesta en marcha de nuevas empresas. Pero hay mucho más que comentar acerca de esta actualización normativa. Vemos lo más reseñable, a continuación.
¿Cuál es el objetivo de esta ley?
La nueva ley crea y crece se suma a la ley antifraude y termina de asentar los pasos y requisitos a la hora de implantar definitivamente la facturación electrónica en las empresas. Este no es un objetivo cualquiera: lo que se persigue es reducir la morosidad como principal obstáculo para conseguir liquidez y prevenir insolvencias, sobre todo por parte de las pymes.
Con la facturación electrónica se quiere asegurar un mayor control y trazabilidad de los pagos, de modo que sea más fácil obtener información fiable relacionada con la facturación de una empresa en cuestión.
Puntos clave de la ley crea y crece
Tras un año de espera, el Congreso de los Diputados aprobó en septiembre el texto que configura la ley crea y crece, cuyos puntos clave podemos decir que son los siguientes:
- Constitución de empresas: la idea es que constituir una empresa sea a partir de ahora más rápido y ágil, al poderse llevar a cabo el trámite incluso de manera telemática (mediante el CIRCE).
- Facturación electrónica: se pretende generalizar la utilización de la factura electrónica entre empresas y profesinales.
- Capital social de las sociedades de responsabilidad limitada: ahora, tan solo es necesaria la simbólica cantidad de un euro, en lugar de los 3000 euros que hasta ahora se exigían, para crear una SL.
- Incentivos contra la morosidad: el periodo de pago medio se constituye como un criterio importante a la hora de acceder a subvenciones y contratos públicos.
- Exención de licencia: al catálogo estatal de actividades sin licencia se incorporan las que hayan sido consideradas inocuas al menos por parte de una comunidad autónoma.
- Mecanismos alternativos de financiación: para potenciar aún más la evolución positiva de las empresas se flexibilizan mecanismos como la inversión colectiva, el crowdfunding o el capital riesgo.
Los efectos de la nueva norma
La ley crea y crece entró en vigor el pasado 19 de octubre, 20 días después de su aprobación y publicación en el BOE. Pero hay dos excepciones para las que aún es necesario esperar: las partes de la ley que hacen referencia a las plataformas de crowdfunding y a la facturación electrónica.
En el caso de las primeras, el nuevo régimen jurídico que las regula va a entrar en vigor el 10 de noviembre de este mismo año. Mientras que en el segundo caso, el de las facturas electrónicas, empezará a aplicarse al cabo de un año para las empresas y profesionales con una facturación superior a los 8 millones de euros. Los demás, por su parte, dispondrán de un margen de dos años para adaptarse completamente.
Estos son los plazos aplicables en toda España, que se suman a las nuevas medidas de agilización contempladas en la ley y que, conjuntamente, buscan agilizar la creación y el crecimiento de las empresas en nuestro país.